Aunque parezca un una noticia sacada de un cuento de terror, es cierto, en EEUU esta semana la operadora AT&T informó que va a cobrar por las video llamadas realizadas por medio de Face Time en los dispositivos de Apple (Ipod, Iphone, Ipad, etc),  (fuente).

¿Pero esto es en EEUU? dirán algunos, sin pensar o creer siquiera que que les puede afectar. Hagamos un poco de historia, Quienes fuimos Celular Early Adopters (osea que utilizamos celulares apenas hubo el servicio en nuestros respectivos paises) sabemos que al principio el celular solo se usaba para llamar.

Después  llegaron los mensajes de texto SMS gratis, si gratis!!!! porque en esa época eran muy pocos los que tenían celular, y menos los que podían pagar un celular tan caro como para que enviara mensajes. Despues en el país del tio Sam Empezaron a cobrar  un porcentaje del valor de la planilla para poder utilizar este servicio, cosa que se replicó en todo el mundo por las telefónicas, después, la gota que derramó el vaso fue como de a poco empezaron a cobrar X mensaje, que es el modelo que actualmente utilizamos y conocemos.

Luego de esta pequeña reseña ya pueden darse cuenta por donde va la cosa, si en Estados unidos la operadora AT&T logra cobrar por las llamadas hechas por Face Time, luego seguira Skype, GoogleTalk, Whatsapp, ect, es decir empezarán a cobrar por cualquier cosa que hagamos por Internet.

Mientras tanto, Sprint (fuente) la empresa competidora dijo que no cobrará, mientras que Verizon dijo “estas conversaciones sobre cobrar por FaceTime son prematuras” (en esencia diciendo ni sí ni no, sino esperando a ver cómo le va a AT&T con esto).

Parece mentira que los viejos Monstruos de la Telefonía quieran aferrarse a modelos caducos creyendo que todavía se pasa todo por cable y querer cobrar.

Hoy día la mayoria de nuestros movimientos lo hacemos en el mundo digital del Internet. Donde “digital” podemos entender que una llamada telefónica realizada por la red está compuesta por los mismos “ceros y unos” (o bits de información) que lo componen una página de Internet, un video de YouTube, una tienda de compras por Internet, etc.

Lamentablemente para estas empresas, la dura realidad es que en el futuro se convertirán en nada más que transportadores de bits.